Ventajas para la sociedad
Salud pública: minimiza el riesgo de proliferación de Legionella y, por tanto, de desarrollo de legionelosis.
Sostenibilidad: significativo ahorro del consumo de agua de los edificios e industrias, así como la eliminación del uso (fabricación y vertido) de productos químicos.
Elimina la necesidad de almacenamiento y manipulación de productos químicos, por lo que propicia la reducción de los riesgos laborales asociados.
La simplificación de los procesos de prevención de Legionella propicia el uso de equipos industriales de refrigeración aire/agua, los cuales son mucho más eficientes energéticamente que otras tecnologías actuales.
